miércoles, 12 de enero de 2011

Pericos, lobos y listos

A todos y a todas a lo largo de nuestras vidas, nos han contado en alguna ocasión algún que otro cuento.
Vamos a centrarnos muy concretamente en uno, como dice el refrán que ni a pedir de boca, el cuento de Perico el pastor, o mejor aún Perico el embustero.
Recordáis: socorro, socorro, socorro que viene el lobo, una y otra vez gritaba Perico, cuando todos sus amigos iban a socorrerle se partia de risa y se mofaba de todas las personas que iban ayudarle.
Todo esto ocurría día tras día, y siempre con la misma historia, todas las gentes del lugar le recriminaban lo que hacía, y le dijeron, Perico esto que haces no está bien, deja ya de engañarnos embustero.



Un día cuando más tranquilo estaba en el campo con sus ovejas ocurrió lo peor, socorro, socorro, socorro que viene el lobo,ya sabéis lo que ocurrió, nadie le hizo ningún caso.

Seguramente os preguntais todo esto a cuento de qué, muy sencillo compañeros y compañeras, como todos sabemos aquí tenemos algún que otro Perico el embustero, estos no dicen que viene el lobo, estos dicen que viene el corta cabezas, refiriéndose a uno de los jefes de Barcelona, y hacen como Perico el embustero, día tras día con la misma historia pará acojonar a todo el personal. Creemos que al igual que Perico quieren divertirse a costa de los demás.


Deseamos de todo corazón que nunca tenga que venir el lobo, perdón el corta cabezas.

También deseamos que los tales pericos se callen y dejen al personal en paz, pero si por las cosas de la vida algún día viene ese tal corta cabezas,
que no olviden los pericos que ellos también tienen cabeza.