Un mal llamado compañero, mando de la bollería, con premeditación y alevosía, cruza su coche a la salida de la empresa, bloqueando el paso a las compañeras y las reprende a voces, de malos modos, fuera ya de su horario laboral.
Reflexionemos:
¿Quién es el culpable de que estos hechos sucedan?
¿Quién es el culpable de que estos hechos sucedan?
¿El mal llamado compañero?
¿Quién se lo permite, secunda y aplaude?
¿Qué va a hacer la dirección con los que atentan contra la dignidad de los compañeros?
¿Por qué la dirección de Paracuellos permite ciertas actitudes de tiempos pasados y no se compromete a apostar por unas relaciones laborales dignas y propias de una empresa moderna?