Estamos a
las puertas, un año más, de celebrar el 1° de
Mayo, éste año tras la alternancia política resultado de las elecciones generales del 20 de
noviembre, el Gobierno del PP ha iniciado una rápida carrera
por la puesta en marcha de drásticos
recortes presupuestarios y profundas reformas estructurales, entre las que destaca la reforma laboral por sus efectos
lesivos para los trabajadores y por la involución que supone en aspectos esenciales del derecho del
trabajo, aprobada sin el menor intento de negociación, ni siquiera consulta previa,
con las organizaciones sindicales y con desprecio absoluto del valor del diálogo social.
Una reforma laboral que ha sido contestada
con la Huelga General del 29 de marzo, con un alto grado de participación
incuestionable, más de 10 millones de
trabajadoras y trabajadores, y millones de personas
manifestándose en las calles de las principales ciudades españolas. Cerca de un millón
en Madrid. La dimensión de la movilización confirma el apoyo a la petición de rectificación
que reclaman los sindicatos. El Gobierno debe escuchar a los millones de
personas que han expresado su malestar y profundo rechazo a la
reforma y a los recortes sociales.
Los sindicatos
estamos dispuestos a dar una nueva oportunidad para el diálogo y la negociación,
instando a que, en el periodo de tramitación parlamentaria del proyecto de ley de reforma laboral,
el Gobierno atienda las propuestas sindicales presentadas como alternativa al
contenido del RD-ley para eliminar sus aspectos lesivos y no ahondar en políticas que producirán
mayores dificultades económicas para la mayoría de la población y
un agravamiento de la conflictividad social.
Sin embargo, no parece ser
esta la línea
escogida por el Gobierno y con los Presupuestos Generales para 2012 demuestra que su prioridad no es el
empleo sino atender las exigencias del Eurogrupo para limitar el déficit
este año al -5,3% del PIB. Unos presupuestos que, centrados en
recortar el déficit público, generarán
menos actividad económica, más paro, una reducción
de la calidad y cobertura de los servicios públicos y un debilitamiento de la cohesión social. En definitiva, más
injusticia y más desigualdad,
a la vez que se premia a los defraudadores con una amnistía fiscal.
Este
Primero de Mayo es la continuación
de la huelga general y las manifestaciones llevadas a cabo el pasado
29 de marzo contra la reforma laboral. Si el Gobierno sigue sin abrir la
negociación
reclamada por los sindicatos, que no le quede
la menor duda que el conflicto social seguirá abierto y creciente hasta
que rectifique substancialmente esta reforma.
Por lo expuesto anteriormente, se convoca la ASAMBLEA REGIONAL DE
DELEGADOS Y DELEGADAS que como preparación previa al 1° de Mayo celebraremos el jueves
26 de abril de 2012 a las 10,30 horas en el Auditorio Marcelino Camacho de
CCOO, de calle Lope de Vega, 40 en la que participará también Ignacio Fernández Toxo, secretario general de nuestra
Confederación.